sábado, 14 de junio de 2008

VOLCAN PARICUTIN... QUE MARAVILLA !!

VOLCAN PARICUTIN




El volcán Paricutín (en purépecha Parhikutini Lugar al otro lado) es un volcán extremadamente joven, y el más joven del mundo, que se localiza en el estado de Michoacán, México entre el nuevo poblado San Juan Parangaricutiro y el poblado Angahuan.
Este volcán cambió la vida a los habitantes de la meseta Purépecha el día 20 de febrero de 1943, día en que nació. El Paricutín es considerado por muchos como una de las maravillas naturales del mundo.



El Sr. Dionisio Pulido se encontraba trabajando la tierra en las cercanías del pueblo Paricutín, cuando de pronto empezó a temblar, se abrió la tierra, empezó a salir vapor muy espeso, un sonido muy fuerte y piedras volando, el Sr. Dionisio se asustó mucho y avisó al pueblo.
La duración de la actividad de este volcán duro 9 años 11 días y 10 horas, la lava caminó unos 10 km. No hubo víctimas humanas, hubo suficiente tiempo para que todos se salvaran, solo sepultó dos poblados: Paricutín y San Juan Viejo Parangaricutiro (Parhikutini y Parangarikutirhu en purépecha). El primero quedó totalmente borrado del mapa pues muy cerca de él se encuentra ahora el cráter del volcán. Del segundo pueblo sólo es visible la iglesia que quedó sepultada por la lava al igual que el resto del pueblo, excepto por la torre izquierda del frente (la torre derecha aparentemente cayó pero lo cierto es que estaba en construcción al momento de empezar el fenómeno) y la pared de atrás junto con el altar.











1 comentario:

Gonzalo Ramos Aranda dijo...

Les comparto mi poema, destinado a conmemorar los 70 años del nacimiento del hermoso coloso purépecha:

PARICUTIN

“¡Ay, Señor de los Milagros, . . . soy uno de tus milagros!”

Se reventaron las tripas
de la tierra incandescente,
se nos tiznaron las milpas,
Volcán, coloso inmanente.

De natura fue el encono,
fragor de pirekua, tono,
nació un cono muy humeante,
¡P’urhépecha, rey vibrante!

No hubo pena, ni castigo,
déjenme, les cuento y digo:
Tata Dionisio Pulido,
te lo juro, yo no olvido.

Que tú asististe a mi parto,
de la mente no te aparto,
¡si temblaste junto a mí,
si viste como surgí!

Con mis fumarolas prietas,
huaraches pisaron grietas,
sobre un anafre, . . . se sufre,
percibiste olor a azufre.

Espanté tus sentimientos,
¿recuerdas mil novecientos?,
año del cuarenta y tres,
del mundo fui el interés.

Convoqué a muchos famosos,
fotógrafos y curiosos,
vulcanólogos, pintores,
poetas de mis amores.

De Angahuan, hijo adoptivo,
grandioso, superlativo,
michoacano por derecho,
Meseta, mi dulce lecho.

En geología soy hazaña,
magma, piedra de obsidiana,
mineral, vapor ardiente,
un fantasma gris latente.

He suavizado el carácter,
exhalo por ancho cráter,
sigo activo, visitado,
mi lava no se ha acabado.

Soy turismo, panorama,
de económica derrama,
nunca quedaré a la zaga,
soy cirio que no se apaga.

San Juan Viejo, iluminado,
¡milagroso Dios, amado!,
enterrado oficias misas,
a ti brindo mis cenizas.

Por joven, sigo creciendo,
Nana Cueráperi, entiendo,
¡soy tu entraña, soy tu herencia,
corazón, fuego, . . . tu esencia!

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., 20 de febrero del 2013 Dedicado a Don Guadalupe Trigo (QEPD)
Reg. SEP Indautor No. 03-2013-051712171201-14